La recién llegada

La presentación entre ella y yo, no fue del todo buena, ya que para romper el hielo se estampó contra mi trasero (hubo un mal entendido con una hamburguesa).
Ahora, somos inseparables; jugamos a que ella se esconde y yo la encuentro, la revoloteo por todo el salón, se la enseño a todos para que vean que me divierto mucho (hasta que me la quitan), luego la vuelvo a coger y ahora soy yo quien la esconde (le hago fotos porque después no me acuerdo dónde la he escondido, un despistaillo que soy).

De vez en cuando le doy un pequeño mordisco, y me llevo un cacho de suela... es un peqeño vicio que tengo; desde luego que así poco me dura, corriendo se deshilacha, va perdiendo bolitas,... ya no hacen las zapatillas como antes, que eran de cuero del bueno y era duro de roer.

Mi almuerzo ?

Estaba tan tranquilo en la habitación cuando empiezó a llegarme un cierto olorcillo; me fui dejando caer hacia el salón como el que no quiere la cosa; y allí estaba, solita encima de la mesa, sin más ojos encima que los de una mosca enana y los míos. yo, que suelo pensar las cosas antes de hacerlas, me dije a mí mismo:"si no me meto con nadie, me aguanto hasta llegar a la calle, no muerdo las zapatillas (aunque me cuesta bastante resistirme a las nuevas adquisiciones)... ¡¡YA ESTÁ, ESTO ES UN REGALITO PA EL NENE!!-"
Y yo, como no sé decirle que no a nadie, ni a nada, le pegué un lametoncito (sin apenas notarse); tras un cuarto bocado y, como ya he dicho antes, un lametoncito inapreciable, surgió el problema.
Ya sabemos todos lo que ocurre cuando piensas que estás haciendo algo maravillosamente bien, y en realidad no haces otra cosa que meter la pata hasta el corvejón (eso lo notamos cuando sin ningún problema vemos aparecer una vena en toda la frente) , mientras se le termina de hinchar, nos da tiempo de meternos en nuestro escondite, aquel que tan sólo conocemos nosotros. Primero se escucha un : -¿Charlie, donde estás?, - después un: -¡ven aquí chiquitín!- y lo que nos hace salir a todos de nuestro escondite cuando sabemos que hemos hecho algo que al parecer no debíamos: -¡¡venga, que nos vamos a la calle!!- Yo como chucho que soy y con una educación exquisita salí de debajo de la cama y... ZAZZ, en todo el culo.

He sacado algo bueno de todo esto, acabo de darme cuenta que hay una zapatilla nueva... por poco tiempo.

Cartita de presentación

Bienvenidos a mi blog.

Antetodo, quisiera dejar una cosa clara: soy perro, nací perro y, por el camino que llevo, seguiré así por mucho tiempo. Os digo esto, porque no quiero llevaros a engaños; nunca uso corbata (ni lo pretendo), me gusta chupar del plato, y sobretodo, no esperéis de mí una cena en un sitio caro (a lo máximo que llego es a un chuletón ibérico, que no es moco de pavo).

Junio

En Junio, ahora que empieza el calorcito, suelo darme un paseo bajo los periquitos del Parque del Alamillo. Me llevo mi pelotita que es muy graciosa porque cada vez que se mueve suena (de la risa se me desencaja la mandíbula), y me pongo a jugar cerca del lago.
Pero, el otro día la perdí, allí en mis narices, y no pude hacer nada:
- " ¡¡ Oye Pato, me acercas mi pelotita??,
- ¿¡Cua?!-me dijo el pato,
- ¿como que cual?esa- y se la señalé
-¡¿ Cua,cua?!- me contestó de nuevo,
-¡¡ Chiquillo, esa,esa!!- le contesté un poco nerviosillo ya;
Un hombre se acercó, le preguntó al pato si yo le estaba molestando... agaché mi cabeza, metí el rabo entre mis patas y me marché... sin mi pelotita.