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jueves, 7 de agosto de 2008

Cuentos para no dormir

Antes de nada, he de decir que este apartado no trata sobre mi, no; desde que fuí atacado en el blog de Pepe de ser un "chucho" que, y cito literalmente, "tiene su propio blog y no ha hecho apenas alusión a su familia, pués no deja de ser, por mucho que lo queramos un chucho ruin y miserable", he decidido, tras secarme las lágrimas, y ponerme puntos en la espalda por la puñalada trapera recibida, que, de vez en cuando, colgaré en mi blog anécdotas que o bien me contaron, o bien las viví personalmente. Ésta, concretamente, merece ser la primera, porque me la contaron Pepe y Tere en cuanto que puse un pié en esa casa. Pero como no me gusta hacer daño de forma gratuita,y siempre escucho a la parte afectada, fuí a que ella me contara personalmente lo que recordaba de ese día; y esto fué lo que me relató:

>>Mi recuerdo se remonta a nuestra infancia, cuando mi hermana
tenía cinco añitos y yo sólo contaba con cuatro; nuestros
padres cuando llegaba el verano y con ellas las vacaciones,
después de comer, siempre nos hacían dormir una siestecilla;
yo, siempre cogía el lado izquierdo, mi padre en el medio
y mi hermana Tere a su derecha (lo de mantenernos separada
era porque si estábamos juntas acabábamos jugando, contándonos chistes, ...todo menos dormir; y claro, esa no era la idea) y antes de caer en los brazos de Morfeo le decía mi padre a mi hermana:
-" Tere, cuéntanos un cuento".
Y mi hermana se sacaba de la manga (más bien yo diría que lo había aprendido en el cole) un cuento fabuloso, con princesas, brujas, encantamientos y príncipes felices. Cuando acababa con el cuento, mi papá me decía:
-"Reyita, cuéntanos un cuento".
Y yo, con toda la imaginación que le puede echar un crio de tres años y haciendo un esfuerzo sobrehumano y decía:
-¡¡ Vale, os voy a contar el cuento de la almejita!!.
Entonces escuchaba desde el otro lado de la cama:
Tere:- ¡Otra vez??, no es pesada con la almejita...
Pepe: -venga, Tere; a ver que nos dice hoy de la almejita...
Y yo empezaba a relatar mi historia: (siempre empezaba igual porque quería contar un cuento de los de verdad)
- " Erase una vez una almejita...";
Cuchicheo: (yo siempre he gozado de muy buen oido)
Pepe: ¡bueeno, vamos bien!
Tere: -¡ Oootra vez la almejita!
Continuaba:
-"...Y la almejita iba por la calle, paseando; y se encontraba un árbol muy, muy grande; y estuvo a punto de pisar un chicle por mirar el árbol " (esto va bien, pensaba, porque yo veía a la almejita cómo paseaba por la calle; y le daba emoción)
Y se encontraba con un perro que le preguntaba:
-"¡ almejita, almejita, a donde vas??"
-¡ A dar un paseo!"

-¡Ya!, ¿qué os ha parecido?. (Claro está, yo ya había acabado mi cuento).
Silencio en la habitación.
-¿Os ha gustado?
Mi padre solía decir: "¡bueno, no ha estado mal!"
Mi hermana: "¡Pero nana, si es el mismo cuento de ayer pero con perro"
Y nos echábamos a dormir... pero esa tarde fué diferente... mi padre me dijo muy seriamente:
-"Reyes, el cuento es un poco birria ¿no?"
Y yo le pregunté:
-"Papá,¿y eso qué es?" (había muchas palabras que no entendía, claro)
Y me contestó:
-"Una cosa muy bonita"
Y como no se le borraba la sonrisa de la cara, y no terminó de convencerme, le pregunté a mi madre que estaba viendo una peli en el salón, y a pleno pulmón:
- ¡¡¡¡ Mamáaaaaa, birriauu qué es?? !!!!
Todavía, hoy día, escucho el cachondeo que se formó a costa mía.

viernes, 1 de agosto de 2008

Ya llegan las vacaciones...

Yo sé que, en la mayoría de los casos, una escapada a la playita es el mejor remedio para quitarnos el calor que tan graciosamente, durante estos meses, nos brinda el sol. Pero en mi caso todo se complica un poco más; aunque soy pequeñito (pues quepo en cualquier maleta), y bastante jocoso (no es que vaya contando chistes por ahí, yo me considero un tipo serio, pero la gente cuando me ve dice:- ¡¡ Uy qué gracioso!! -) nadie, a la hora de hacer un viaje, me lleva consigo. Eso sí, nunca me dejan sólo, por miedo a que le prenda fuego a la cocina, (aunque ya medio controlo la vitrocerámica después del pequeño incidente... tampoco sabía que para hacer un filete a la plancha no se usaba una en el nivel Yeans);
o haga mal uso del aire acondicionado...y es que no lo puedo evitar, me gusta
dormir tapadito como en la foto y parecerme al niño del "El sexto sentido", porque no me
gusta pasar calor y 45º a la sombra, son 45º;
o haga fiestecillas e invite a algunos amiguitos
a pasar el finde en casa y montemos una piscina
en el salón... la verdad, con mis antecedentes, demasiado es que me dejan solo cuando salen a coprar el pan.
Pero esta vez, me lo he pasado genial; desayunar cereales con leche, pasear por la Torre de los Perdigones, refrescarme en su fuente, y retozar libremente por la hierba pasando de ser blanco a gris perla, y varios adornos florales enredados entre los rizos.


¡¿ Que tengo sed?! sin problema; ladro dos veces, y a la que hace tres Pepe saca mi botellita de agua fresca de la bolsa y me da de beber.
¡¿ Que tengo hambre?!, ya se sabe que los paseitos abren el apetito... pues tampoco hay problema; Maru se saca del bolso un cartuchito de bolitas pa'l nene.
¡¿ Que estoy cansado?! ya sabeis también, me paro en seco un par de veces seguidas, les miro con una caidita de ojos, y acto seguido se me rifan... para cogerme en brazos.

Ahora bien, no os creais que todo es un jardín de rosas, no. Cierto es, que me dejan dormir todo el tiempo que yo quiera, sin prisas; mi desayuno es abundante, el almuerzo es a la carta (como los buenos restaurantes); me dan largos paseos por el parque, me lleno de barro y de hojas secas hasta los ojos; me meto en la fuente para apaliar un poco el calor, y tomo bañitos de sol recostadito en el borde de la fuente; ... pero esto tiene un precio, un precio muy alto que no todo el mundo está dispuesto a pagar; y es que, al acabar el día, con
el estómago vacío esperando a la cena, pues siempre me suelen coger o echando una cabezadita o jugando con un osito de peluche que me han regalado (aunque me distrae no es comparable a mi pelotita) y sin previo aviso "plaff" me meten en la bañera, y me untan con jabón neutro. Y yo entonces me pregunto: -¿por qué? con lo bien que huelo a aroma "D' la Fuent" (un perfume carísimo), lo gracioso que estoy todo lleno de florecillas (que parezco sacado de un cuento de hadas) y el barro... ¿dónde me dejas el barro?, ¿por qué me lo quitas con lo bueno que es para la piel que la deja suave y aterciopelada?; luego me echan una colonia que huele a rayos, me colocan una gomilla en la cabeza, me peinan a lo afro y dicen "-¡ Ahora sí que estás guapo!"; y yo me pregunto, guapo para quién, porque con esta pinta me meto bajo la cama y no me ven el pelo hasta que se me asiente un poco el rizo.
Vale, que luego me dan un cachito de jamón york, quesito, choricito y un poco de salchichón; pero lo tengo decidido, hoy sin falta, me pongo en contacto con el Dr. Chi Huahua, le voy a pedir que me mande por correo urgente su último libro titulado: "El hombre, ese gran desconocido"y a ver si me aclara un poco el sentido de humor de estos humanos.

Bienvenidos a mi blog (Septiembre)

Buaaaaaaaa, buaaa, buaa... ya he llegado de las vacaciones y es como si no me hubiese ido en todo el verano; en cuanto he puesto un pie en Sevilla me he dado mi paseito para buscar a Pepe y contarle mi viajecito por Berlín y Amstendam, y por supuesto presumir un poco, claro; cuando me lo he encontrado, se me hizo hasta un nudo en la garganta, y no sabía por donde empezar, le he contado (para que se fuera haciendo una idea) por encima los museos que he visitado, el hotel donde he estado, descrito el barco en que me he paseado, el concierto de Madonna al que he ido, y por supuesto, también le he contado que estuve en la playa cuatro diitas cuando llegué del viaje.
Y lo único que se le ocurre decirme es: -"¡ pues no se te nota nada!..." . Fin de la conversación; ¿para eso me voy tan lejos, para que no se me note?... la gente también es rara, ¿que esperabas, Pepe, que me pegara el billete de avión en la frente?. No es que quisiera darle envidia, bueno sí, un poquito; pero es que cada vez que me meto en su blog, el tio ha estado en otro viaje, y la envidia me puede un poco.
Ahora bien, como me pidió que le trajera un regalito y sé que Pepe siente debilidad por el queso, (no cualquier queso, sino por los apestosos), le he traido varios quesos de amsterdam; y hay uno concretamente, que cuando lo abra, tendrá que declarar la casa en "cuarentena"durante unos días, porque no es que apeste, no, es que tiene mala leche.