lunes, 13 de octubre de 2008
El precio de la fama.
- ¡Míralos, ahí están, esperando...!-
Y ustedes diréis -¿de qué está hablando?- y claro, es normal; ya hace algún tiempo que no escribo y es que no he tenido tiempo, ni ganas, ni ná de na.
Os hago un breve resumen para que sepais de qué os hablo.
Mi vida no es un secreto para ustedes, nunca ha estado rodeada de lujos, no nací en sábanas de seda, nunca había probado el champán, ni tuve en la puerta un chofer que me llevara de paseo. Tambien es cierto, todo hay que decirlo, que tengo habitación propia, tres comidas la día, y veinte euros para el fin de semana; no visto a la moda porque no lo necesito, la pedicura no me falta, y mi loock roza lo 'casual' con lo 'desenfadado'; y lo mejor de todo, es que nunca me he quejado de nada,... siempre he vivido muy feliz con todo esto.
Pero desde hace algún tiempo para acá, mi vida a dado un giro de 180º. Todo empezó, cuando Lili, para enterrar el hacha de guerra por haber cortado nuestra relación, me invitó al concierto de Madonna (una forma bastante convincente para hacer las paces), por supuesto con pases para la zona VIP, justo al lado del escenario. Hasta ahí todo fantástico, volvía a ser amigo de Lili y lo mejor de todo es que estaba viendo a mi idolo en vivo y en directo, y tan cerca que le podía ver hasta la separación de las paletas. Yo, que el alcohol sólo lo uso en colonias y soy bastante comedido, no sé cómo me ví en esa situación, se lo achaco todo al calor que hizo y a las cuatro jarras de cerveza fresquita que me jalé. Yo estaba como 'loca', era la reina, saltando, cantando, bailando... si habeis estado en el concierto o lo habeis visto por el 'youtube', sabreis que en un momento de él, Madonna le quita una peluca rizada y rubia de la cabeza a una de las 'maniquís' que reflejan cada etapa de su vida, y se la coloca. Bueno, pues la peluca era yo. Estuve encima de la cabeza de Madonna los tres minutos y medio más largos de toda mi vida... y sin moverme.
Tras ese pequeño incidente, me he convertido en el perro más famoso del mundo, incluso más que Pancho, y no es que lo diga yo, pero lo hice bastante bien; se habló bastante tiempo sobre mi pose, mi equilibrio, mi figura, las horas de ensayo, en fin, que se montó una película en torno a todo eso.
Al principio me hacía ilusión que me reconocieran cuando iba a dar un paseo, firmar algún autógrafo, que me pidieran hacerse una foto conmigo,... pero la cosa, en vez de ir a menos fué cada vez a más; ya me sacaban en todos los programas de televisión para hacerme preguntas acerca de Madonna, cuál es su plato preferido, su color favorito y la tienda de moda a la que le gusta comprar (que como conocedor de su vida no tuve
ningún problema en contestar... ¡¡y me pagaban por eso!!).
Después empecé a ser portada en algunas revistas, ir a
concursos y grabé hasta un videoclip junto a Michael Jackson,...
Pero todo tiene un precio; ya no puedo levantar la pata en un árbol sin que haya una cámara enfocándome, y yo sin intimidad no me sale.
Sólo me queda esperar a que se les pase un poco; que se cansen de mi... mientras tanto, me ocultaré en casa, en mi habitación, disfrutando de mis tres comidas, y ahorrando los veinte euros semanales que al no salir no gasto.
sábado, 11 de octubre de 2008
Bueno, llegó Octubre. Yo diría de este mes, que está ahí, porque tiene que haber doce. Es un mes de tránsito, es el puente entre las vacaciones de verano y las vacaciones de Navidad. Es un mes que está poco definido, ni siquiera se acierta con el tiempo, o hace frio o calor, o el ambiente es seco o lluvioso, o se dá todo al mismo tiempo. En definitiva, es un mes maravilloso para coger un buen resfriado.
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Bienvenidos a mi blog (Septiembre)
Buaaaaaaaa, buaaa, buaa... ya he llegado de las vacaciones y es como si no me hubiese ido en todo el verano; en cuanto he puesto un pie en Sevilla me he dado mi paseito para buscar a Pepe y contarle mi viajecito por Berlín y Amstendam, y por supuesto presumir un poco, claro; cuando me lo he encontrado, se me hizo hasta un nudo en la garganta, y no sabía por donde empezar, le he contado (para que se fuera haciendo una idea) por encima los museos que he visitado, el hotel donde he estado, descrito el barco en que me he paseado, el concierto de Madonna al que he ido, y por supuesto, también le he contado que estuve en la playa cuatro diitas cuando llegué del viaje.
Y lo único que se le ocurre decirme es: -"¡ pues no se te nota nada!..." . Fin de la conversación; ¿para eso me voy tan lejos, para que no se me note?... la gente también es rara, ¿que esperabas, Pepe, que me pegara el billete de avión en la frente?. No es que quisiera darle envidia, bueno sí, un poquito; pero es que cada vez que me meto en su blog, el tio ha estado en otro viaje, y la envidia me puede un poco.
Ahora bien, como me pidió que le trajera un regalito y sé que Pepe siente debilidad por el queso, (no cualquier queso, sino por los apestosos), le he traido varios quesos de amsterdam; y hay uno concretamente, que cuando lo abra, tendrá que declarar la casa en "cuarentena"durante unos días, porque no es que apeste, no, es que tiene mala leche.
Y lo único que se le ocurre decirme es: -"¡ pues no se te nota nada!..." . Fin de la conversación; ¿para eso me voy tan lejos, para que no se me note?... la gente también es rara, ¿que esperabas, Pepe, que me pegara el billete de avión en la frente?. No es que quisiera darle envidia, bueno sí, un poquito; pero es que cada vez que me meto en su blog, el tio ha estado en otro viaje, y la envidia me puede un poco.
Ahora bien, como me pidió que le trajera un regalito y sé que Pepe siente debilidad por el queso, (no cualquier queso, sino por los apestosos), le he traido varios quesos de amsterdam; y hay uno concretamente, que cuando lo abra, tendrá que declarar la casa en "cuarentena"durante unos días, porque no es que apeste, no, es que tiene mala leche.